En este apartado iremos subiendo pequeñas píldoras interesantes para la vida cotidiana. Creemos que son temas realmente útiles para todo el mundo en general y, por supuesto, nuestros lectores en particular

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¿Qué es?

 

​Rechinar o apretar los dientes de manera involuntaria, consciente o inconscientemente.

Puede ser diurno o nocturno.

Es fisiológico durante determinados momentos de la noche y entre los 3 y los 5 años de edad.

Puede ser céntrico (contracción muscular mantenida) o excéntrico (con rechinamiento).

 

Causas:

 

No está claro, aunque existen varias teorías.

Afectación del trigémino, que es el nervio craneal que proporciona inervación motora a la musculatura masticatoria.

Interferencia oclusal: Si la oclusión dental no es correcta, los cóndilos mandibulares pueden sufrir pequeños desplazamientos, asentando lesiones en la ATM (articulación témporo-mandibular). Esto provoca contracciones desequilibradas que favorecen el bruxismo.

Determinados hábitos como el uso de chupete, morderse las uñas, masticar chicle, etc...

Determinados medicamentos y drogas.

 

 

A menudo se asocia con otras patologías:

 

Problemas del sueño.

Patología respiratoria.

Apnea del sueño.

Ansiedad, depresión, estrés.

Relación directa con el tabaco.

Reflujo gastroesofágico.​

 

 

Síntomas:

 

Dolor en la ATM.

Chasquido articular en apertura de la boca. 

Dificultad en la apertura de la boca.

Molestias o fatiga muscular al masticar.

Desviación de la mandíbula en la apertura. 

Dolores de cabeza y/o cervicales.

Acúfenos, vértigos, problemas de audición.

 

 

Consecuencias

 

Disfunción témporo-mandibular, que genera una incorrecta biomecánica y puede provocar dolor y desgaste articular.

Atrición: Desgaste de piezas dentales, que pueden incluso llegar a partirse.

Problemas cervicales: A menudo se asocia con actividad muscular cervical anormal, lo que provoca dolores cervicales recurrentes.

​Cambios en la forma de la cara: La hipertrofia de los maseteros puede provocar que se ensanche la zona mandibular.

 

 

Tratamiento:​

 

Es una patología que requiere abordaje multidisciplinar.

Tratamiento odontológico: Tu odontólogo decidirá si es preciso tratar las interferencias oclusales y colocar una férula de descarga hecha a medida.

En ocasiones es necesaria la ayuda de un psicólogo para abordar el estrés o ansiedad.

Cuando existen problemas de deglución en niños se puede requerir el tratamiento de Logopedia.

​Tratamiento de Fisioterapia.

 

 

​Tratamiento de Fisioterapia y Osteopatía:

 

Haremos una valoración inicial para identificar las disfunciones asociadas al bruxismo.

El tratamiento no sólo incluye abordaje de la ATM sino también cervical, craneal, raquis cervical, cintura escapular, lengua, hioides, postura, etc.

Emplearemos técnicas manuales para normalizar la función de todos los sistemas implicados, influyendo sobre el sistema nervioso vegetativo.

​Buscaremos normalizar el tono muscular, devolver la movilidad a las articulaciones, aliviar el dolor, corregir la postura.

 

Autora: Eugenia Pastrana - Fisioterapeuta y Osteópata